miércoles, 17 de junio de 2009

Romance adolescente y vampiros inofensivos: Crepúsculo

No tengo costumbre de dedicarle tiempo y esfuerzo a libros que sé positivamente que no me van a gustar. Sin embargo, cuando determinados libros que, al primer vistazo, entraban en la categoría “¿Y para esto han matado a un árbol?” se convierten en fenómenos de masas de más o menos envergadura, suelo ceder y echarles un vistazo. Por si acaso, ya saben, resultase que me he equivocado y me estoy perdiendo algo. También es útil para poder criticar con conocimiento de causa; así puedo decir que El Código Da Vinci es uno de los libros con menos sustancia que he leído en la vida, por ejemplo.

Crepúsculo, de Stephenie Meyer. Ed. Alfaguara.



El caso es que, medio en broma medio en serio, me puse a leer Crepúsculo; la mitad seria me duró un par de líneas nada más. A partir de ahí me puse en posición mental de “es tan malo que es bueno” a ver si así colaba*, pero tuve que abandonar cuando llevaba un centenar de páginas.
No niego que la novela haya tenido éxito; apunta de forma involuntaria (involuntaria porque dudo que la escritora lo hiciese de forma consciente; sospecho que se limitó a escribir lo que le apetecía sin más, vista la escasa técnica que exhibe en sus páginas) al punto débil de las jovencitas adolescentes, que ya sabemos que son un público fiel y obsesivo: el tipo espectacularmente guapo y un poquito canalla que se enamora perdidamente de la protagonista. Básicamente, un cuento de hadas –en el sentido de que no es realista- estirado convenientemente, por aquello de aprovechar el tirón.
La adolescente Bella Swan se muda al pueblo de Forks con su padre divorciado y en el instituto se enamora a primera vista (o algo muy parecido) de un misterioso y muy atractivo compañero de clase, Edward Cullen quien, tras mucho rehuírla y muchas escenas de peleas adolescentes mal traídas, confiesa ser un vampiro. Pero eso a ella no le importa (además, ya lo sospechaba y le daba igual). Lo cual es genial porque él está profundamente enamorado de ella también, pero como es un chaval responsable nada de sexo hasta que estén casados. Y eso no va a ocurrir hasta que ella acabe los estudios.
(El libro hubiese salido por la ventana varias páginas atrás, si hubiese tenido una ventana a mano y una copia física en propiedad).
Puedo perdonar hasta cierto punto el estilo atroz. Entiendo que a veces la técnica se puede supeditar a la historia si tienes algo que contar, pero es que estamos hablando de una historieta de angustia adolescente y amor rancio que seguramente se hubiese beneficiado de un escritor un poco más experto. Seguiría siendo un cuentecillo de esos de “el amor todo lo puede, incluso hacer que el James Dean de turno se enamore de la ratoncita don nadie y que salga bien”, pero estaría bién contado. También ayudaría que los personajes tuvieran una motivación real para actuar como actúan, aparte de porque sí, o por puro calentón adolescente . No es despectivo ni exagero; lo de Bella es un calentón adolescente, sólo que de alguna forma persiste en el tiempo. Lo que yo les decía, cuento de hadas puro y duro.
La mitología es totalmente de juguete; hace que Buffy the Vampire Slayer parezca Hellraiser en comparación. Los vampiros “buenos” no se alimentan de seres humanos (¡allá va uno de los puntos de conflicto más importantes de la ficción vampírica, como si nada!), el mayor inconveniente que les provoca el sol es que los hace brillar** y además tienen superpoderes. Son inmortales y guapísimos todos, cosa que en la última entrega de la saga vemos que es una característica de la condición vampírica; te vuelves guapo. En fín...
Creo que puedo decir sin que me tiemble el pulso que he leído fan fiction de Harry Potter que estaba mejor escrita que Crepúsculo. ¡Y encima era gratis!

*Stephenie Meyer puede presumir de que su novela ha originado el movimiento lolfan, aunque no sé si es algo de lo que se pueda presumir, pero es ciertamente un hecho remarcable.
** Lo que ha generado infinitas bromas en internet por parte de los lolfans en particular, y del mundo en general. Buscad “sparkly vampire”.

4 comentarios:

International Khiladi dijo...

COincido contigo, y como bien sabeis, leí el libro y fuí a ver la película.

Era una idea que bien llevada hubiese podido ser incluso interesante. Pero claro, para eso se necesita alguien que sepa escribir.

Eso si, los ratos de reirme que me proporcionaron libro y película son IMPAGABLES (incluido el horror de un amigo al que has engañado para que vea contigo la película).

NO se que es peor, que te hayas podido acabar el libro o que el Bibliotecario te haya convencido para escribir la reseña del libro. Piensa que te vas a tener que leer los otros tres =D

Morgan Blackhand dijo...

Siempre hay una primera vez. Crepúsculo es el primer libro malo reseñado en la Biblioteca de Vorbarr Sultana. Espero que sea el único pero, para ser sincero, se merecía una crítica como ésta (¡y eso que Ms.Delphine se ha moderado!).
NOTA IMPORTANTE: Cualquier fangirl que se sienta ofendida e intente trollear el comentario mejor que se ahorre el esfuerzo. La moderación es una herramienta fabulosa de Blogger para acabar con tales alimañas...

Ms. Delphine dijo...

Y me he cortado muchiiisimo.

Bién escrita, sería una novela juvenil del estilo de las de romance vampírico que tanto se llevan ahora. Seguiría siendo algodón de azúcar intelectual,pero al menos no daría la risa involuntariamente mientras lees.

Regina dijo...

Cómo me he reído... xD

Sabes que los vampiros son mi perdición, pero no más allá de principios del S.XX o en contadas excepciones de nuestro tiempo.

Me niego a leer esto como siempre me he negado a leer a Anne Rice. No, por Dios, habiendo leído Carmilla de Le Fanu, ninguna historia de vampiros es lo suficientemente buena (vale, sí: Polidori, Shelley, más Le Fanu, Stocker...).

Y creía que los vampiros buenos sólo existían en El pequeño vampiro. Y que bebían leche por aquello de ser chiquillos aún.