domingo, 28 de junio de 2009

Premios Locus 2009

Ya se conocen los ganadores de la presente edición de los premios Locus. No hay demasiadas sorpresas en el palmarés de este año.

Novela de ciencia ficción: Anathem, Neal Stephenson
Novela de fantasía: Lavinia, Ursula K. Le Guin
Primera Novela: Singularity's Ring, Paul Melko
Libro juvenil: The Graveyard Book, Neil Gaiman
Novela corta: Pretty Monsters, Kelly Link (incluída en Pretty Monsters)
Noveleta: Pump Six, Paolo Bacigalupi (incluída en Pump Six and Other Stories)
Cuento: Exhalation, Ted Chiang (incluída en Eclipse Two)
Antología: The Year's Best Science Fiction: Twenty-Fifth Annual Collection, editado por Gardner Dozois
Colección: Pump Six and Other Stories, Paolo Bacigalupi
No Ficción/Libro de ilustraciones: P. Craig Russell, Coraline: The Graphic Novel, de Neil Gaiman, adaptado e ilustrado por P. Craig Russell
Editor: Ellen Datlow
Ilustrador: Michael Whelan
Revista: F&SF
Editorial: Tor

jueves, 25 de junio de 2009

Falsos comienzos

Os dejo un falso título de inicio de la adaptación de Neuromante. Lástima que la gente que está involucrada en el auténtico proyecto apeste. Casi que me quedo con el acercamiento de los fans...

miércoles, 24 de junio de 2009

Más humano que humano: Idoru

Tras su arrolladora Trilogía del Sprawl, compuesta por las novelas Neuromante, Conde Cero y Mona Lisa Acelerada, William Gibson se embarcó en un pryecto que, sin abandonar el género cyberpunk que le había dado fama, exploraría un futuro no tan distante, con una tecnología avanzada pero peligrosamente cercana a la nuestra, pera reflejar en él los temas que permean sus libros: futuros distópicos, el poder de los mass media, la deshumanización, el control corporativo y la libertad de información. Así vería la luz la Trilogía del Puente: Luz Virtual, Idoru y Todas las Fiestas del Mañana.
Idoru toma el nombre del término japonés para definir las personalidades del famoseo, ya sean cantantes, estrellas televisivas o actores. En un futuro cercano, Rei Toei es una de estas estrellas, pero no es una idol singer (cantante) cualquiera: es un conglomerado de programas informáticos que han ido evolucionando hasta tomar lo que parece conciencia. El rumor de que Rez, cantante del grupo Lo/Rez, va a casarse con la idoru hace que la joven Chia, que pertenece a su club de fans, empiece un viaje a desgana hasta desde Estados Unidos hasta Japón para descubrir la verdad, Mientras tanto Collin Laney, experto en información cuya carrera ha sido destruida por la todopoderosa Slitscan, la agencia más importante de información del mundo, ha sido reclutado por Lo/Rez con la esperanza de poder aclarar los misterios que rodean a la idoru.
Gibson arremete en Idoru contra los medios de comunicación y su capacidad para destruir vidas y ensalzar a lo efímero, mientras reflexiona sobre la capacidad de crear inteligencia artificial y la incógnita de lo que se considera un ser pensante, en un Cogito ergo sum del que el autor sale bien librado sin traicionar las marcas propias de su obra.
Un consejo: evitad la traducción española. William Gibson es un autor ya de por sí difícil de traducir por su uso del lenguaje y por las continuas referencias que contine su prosa, pero en la edición de Minotauro se han lucido. Traducir Procol Harum's A Whiter Shade of Pale por "el protocolo de Harum de la sombra blanquecina grisacea" se podría evitar con una mínima consulta (siendo Procol Harum el grupo que popularizó su tema A Whiter Shade of Pale). traducir a flashlight (una linterna) por "una luz de flash" es algo imperdonable. Otra muestra de que, por desgracia, hay que ir a buscar el trabajo original simpre que se pueda. Y en un caso como el de Gibson es mucho más cierto. Un buen acercamiento para todos aquellos que desconozcan al padre del cyberpunk, un libro rápido de leer y entretenido pero que no defraudará a los incondicionales de Gibson.
Idoru es el libro número 14 del reto de lectura de las 52 semanas.

lunes, 22 de junio de 2009

Neal Stephenson en Barcelona

Ya se conoce el invitado para la conferencia del premio UPC de este año, nada menos que Neal Stephenson en persona. El autor de Criptonomicon, el Ciclo Barroco o Snow Crash será el invitado de honor durante la entrega de los premios el próximo 22 de octubre. ¡Allí estará la Biblioteca!

miércoles, 17 de junio de 2009

Romance adolescente y vampiros inofensivos: Crepúsculo

No tengo costumbre de dedicarle tiempo y esfuerzo a libros que sé positivamente que no me van a gustar. Sin embargo, cuando determinados libros que, al primer vistazo, entraban en la categoría “¿Y para esto han matado a un árbol?” se convierten en fenómenos de masas de más o menos envergadura, suelo ceder y echarles un vistazo. Por si acaso, ya saben, resultase que me he equivocado y me estoy perdiendo algo. También es útil para poder criticar con conocimiento de causa; así puedo decir que El Código Da Vinci es uno de los libros con menos sustancia que he leído en la vida, por ejemplo.

Crepúsculo, de Stephenie Meyer. Ed. Alfaguara.



El caso es que, medio en broma medio en serio, me puse a leer Crepúsculo; la mitad seria me duró un par de líneas nada más. A partir de ahí me puse en posición mental de “es tan malo que es bueno” a ver si así colaba*, pero tuve que abandonar cuando llevaba un centenar de páginas.
No niego que la novela haya tenido éxito; apunta de forma involuntaria (involuntaria porque dudo que la escritora lo hiciese de forma consciente; sospecho que se limitó a escribir lo que le apetecía sin más, vista la escasa técnica que exhibe en sus páginas) al punto débil de las jovencitas adolescentes, que ya sabemos que son un público fiel y obsesivo: el tipo espectacularmente guapo y un poquito canalla que se enamora perdidamente de la protagonista. Básicamente, un cuento de hadas –en el sentido de que no es realista- estirado convenientemente, por aquello de aprovechar el tirón.
La adolescente Bella Swan se muda al pueblo de Forks con su padre divorciado y en el instituto se enamora a primera vista (o algo muy parecido) de un misterioso y muy atractivo compañero de clase, Edward Cullen quien, tras mucho rehuírla y muchas escenas de peleas adolescentes mal traídas, confiesa ser un vampiro. Pero eso a ella no le importa (además, ya lo sospechaba y le daba igual). Lo cual es genial porque él está profundamente enamorado de ella también, pero como es un chaval responsable nada de sexo hasta que estén casados. Y eso no va a ocurrir hasta que ella acabe los estudios.
(El libro hubiese salido por la ventana varias páginas atrás, si hubiese tenido una ventana a mano y una copia física en propiedad).
Puedo perdonar hasta cierto punto el estilo atroz. Entiendo que a veces la técnica se puede supeditar a la historia si tienes algo que contar, pero es que estamos hablando de una historieta de angustia adolescente y amor rancio que seguramente se hubiese beneficiado de un escritor un poco más experto. Seguiría siendo un cuentecillo de esos de “el amor todo lo puede, incluso hacer que el James Dean de turno se enamore de la ratoncita don nadie y que salga bien”, pero estaría bién contado. También ayudaría que los personajes tuvieran una motivación real para actuar como actúan, aparte de porque sí, o por puro calentón adolescente . No es despectivo ni exagero; lo de Bella es un calentón adolescente, sólo que de alguna forma persiste en el tiempo. Lo que yo les decía, cuento de hadas puro y duro.
La mitología es totalmente de juguete; hace que Buffy the Vampire Slayer parezca Hellraiser en comparación. Los vampiros “buenos” no se alimentan de seres humanos (¡allá va uno de los puntos de conflicto más importantes de la ficción vampírica, como si nada!), el mayor inconveniente que les provoca el sol es que los hace brillar** y además tienen superpoderes. Son inmortales y guapísimos todos, cosa que en la última entrega de la saga vemos que es una característica de la condición vampírica; te vuelves guapo. En fín...
Creo que puedo decir sin que me tiemble el pulso que he leído fan fiction de Harry Potter que estaba mejor escrita que Crepúsculo. ¡Y encima era gratis!

*Stephenie Meyer puede presumir de que su novela ha originado el movimiento lolfan, aunque no sé si es algo de lo que se pueda presumir, pero es ciertamente un hecho remarcable.
** Lo que ha generado infinitas bromas en internet por parte de los lolfans en particular, y del mundo en general. Buscad “sparkly vampire”.

jueves, 4 de junio de 2009

David Eddings (1931-2009)

El pasado día dos nos dejó a la edad de 77 años David Eddings. El escritor norteamericano será recordado en nuestro país en especial por sus series Las Crónicas de Mallorean y Las Crónicas de Belgarath. Descanse en paz.