domingo, 31 de enero de 2010

No a los "peajes" literarios de la SGAE. ¡No representan a los autores!

Atentado Cultural - La SGAE ataca de nuevo


Se pretende obligar a las bibliotecas públicas a pagar 20 céntimos por
cada libro prestado en concepto de canon para 'resarcir' a los autores.
Mientras la gente de a pie apenas llega a fin de mes, los ya
millonarios se forran a cuenta nuestra. No consientas tamaño atentado
contra la cultura y pasa este mensaje a todos tus amigos.

POR EL PLACER DE LA LECTURA :

La SGAE (Sociedad General de Autores)
ataca de nuevo.

Escrito y firmado por José Luis
Sampedro, escritor.

POR LA LECTURA

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un
Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de
jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque
no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido,
atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él
solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos.
Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes
sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro
a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl
May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo
madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho
cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un
rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.
Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les
servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban
allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando
regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el
final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que
estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían
algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.
Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos:
algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una
simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera
otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran
hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que
mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los
propios enfermos, fue creada por iniciativa y volunta ris mo de una
empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados,
paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y
luchas con la administración intentando convencer a burócratas y
médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el
conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a
la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus
usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas
actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de
cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en
reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón
bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de
pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por
cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a
los autores del desgaste del préstamo.

Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga
una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.

b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada
la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por
cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y
fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la
operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos
por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad
el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?
Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere
autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa
mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente
deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de
autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida
en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

José Luis Sampedro

Si estas de acuerdo, pásalo. Por el placer de la lectura.

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PUNTOS:
1.- Borre la dirección e-mail del remitente así como cualquier otra
información personal y dirección e-mail que aparezca en el cuerpo del
mensaje.
2.- Proteja frente a terceros a todos los destinatarios de sus mensajes,
colocando sus direcciones en la línea de CCO (Con Copia Oculta).

Combatir el spam es tarea de todos.

Gracias por su colaboración.

jueves, 28 de enero de 2010

Adiós a J.D.Salinger

Hoy hemos conocido el fallecimiento el pasado 27 de enero a los 91 años de J.D. Salinger. Elusivo y controvertido, el autor nos deja una obra breve pero tremendamente impactante en la literatura sl s.XX, en especial su obra maestra El guardián entre el centeno.
Descanse en paz.

lunes, 25 de enero de 2010

Scalzi for president!!!!!

Noticia bomba que requiere nuevamente romper mi aislamiento bloguero: Hace tiempo que la SFWA, la asociación norteamericana de escritores de ciencia ficción, necesitaba un soplo de aire. Lo que se avecina, en caso de suceder, será más bien un huracán.
Porque John Scalzi, autor mordaz y sin pelos en la lengua donde los haya, acaba de anunciar su candidatura a la presidencia de la organización. Podéis leer el comunicado en su página.
Desde la Biblioteca, aunque no tengamos voto, le damos todo nuestro apoyo. Scalzi for President!

miércoles, 20 de enero de 2010

Adiós a Robert B. Parker

Ya sé que ayer dije que iba a tardar a postear, pero no puedo dejar a un lado la noticia de la muerte el pasado día 18 de Robert B. Parker, creador de la serie de novelas protagonizada por el detective Spenser, que saltó a la fama tras la serie de TV basada en el personaje protagonizada por Robert Urich y Avery Brooks.
Descanse en paz.

lunes, 18 de enero de 2010

Una breve pausa

Como habrán podido comprobar los lectores asiduos al blog (si es que los hay) es que el ritmo de posteo últimamente está bajo mínimos. La razón es que en estos momento necesito todo el tiempo libre del que dispongo para terminar un proyecto que, tras muchos años, está a punto de dar sus frutos y del que pronto podré hablaros. Por ello es posible que durante los próximos dos meses apenas veáis movimiento (salvo alguna entrada ocasional de mi asistente Ms.Delphine). No pienso cerrar el blog pero en estos momentos me es imposible de seguir un ritmo de publicación. Os pido un poco de paciencia con este bibliotecario gruñón y, en mi ausencia, no desordenéis los libros ni comáis en la sala de lectura, que queda feo.
Nos leemos pronto.

domingo, 10 de enero de 2010

El futuro será anodino: Recuerdos del futuro

Por motivos que no vienen al caso llevo una temporada sin actualizar la Biblioteca, algo a lo que pienso poner remedio. De momento dejaré de un lado el reto de las 52 semanas y me limitaré a seguir el ritmo de lectura que pueda sin agobiarme por plazos o similares, ayudado eso sí por mi nuevo y flamante lector de ebooks (eso requiere otra entrada). Pensaba empezar el año con una reseña sobre un buen libro.
No va a ser el caso.
Robert J. Sawyer es un galardonado escritor canadiense, prolífico y popular. Entre sus obras más destacadas se encuentra la trilogía del Paralaje Neardenthal, El cálculo de Diós o Factor de humanidad. El autor decidió ampliar Block Univers, una de sus novelas cortas que ganó el premio UPC en 1998 y ampliarla hasta convertirla en Recuerdos del futuro.
Durante un experimento en el CERN, el equipo dirigido por Lloyd Simcoe intenta reproducir las condiciones posteriores al Big Bang para demostrar la existencia del bosón de Higgs, cuando algo ocurre durante el experimento y, durante un par de minutos, la conciencia de toda la raza humana es proyectada veinte años en el futuro. Durante los días posteriores a la catástrofe, la pregunta es ¿sería posible utilizar esas visiones para cambiar el mismo futuro?
Disfrazado como CF hard, Recuerdos del futuro intenta poner en boca de los protagonistas los dilemas de saber lo que depara el futuro, un vago intento de eludir el mito de Edipo y evitar los errores en vida o, incluso, la propia muerte.
El problema de Recuerdos del futuro es que posee un gama muy limitada de personajes, encabezados por Lloyd, el científico de miras estrechas, su prometida Michiko, que ha perdido a su hija en el accidente, y el condenado Theo, que sabe que será asesinado en el futuro. Durante todo el libro este insípido trío no hace más que repetir una y otra vez las mismas frases hasta volverse completamente insoportables, mientras repiten sus hipótesis y sus dilemas morales y éticos. La visión en conjunto es casi en blanco y negro, acentuado por la inclusión de pistas en la trama de la muerte de Theo que luego el autor abandona sin dar ninguna explicación.
El resultado es un texto que si bien no se hace insoportable (debido a su extensión) sí que es completamente obviable a no ser que uno se haya acabado todos los libros de su biblioteca particular.
Recuerdos del futuro fue editado por Factoría de Ideas en su colección Solaris, y saldado hace unos años. Sin embargo, al haberse producido una serie de televisión que se basa muy ligeramente en el libro ha hecho que la editorial lo reedite rápidamente cambiando el título por el original, FlashForward, que es además el nombre con el que se ha publicitado la serie en nuestro país. Los que esperen encontrar respuestas sobre la serie en el libro se sentirán decepcionado, ya que la mayoría de protagonistas son diferentes a los de la novela y existen multitud de diferencias entre ambas.
Lo dicho, un texto prescindible. Espero que escoja con mejor ojo el resto de las lecturas del año...