Como ya comenté en una
entrada anterior, la obra más conocida y controvertida del norteamericano
Bret Easton Ellis es
American Psycho. Al igual que hizo en sus anteriores novelas, el autor se acerca al mundo de los yuppies, en este caso a modo de memorias personales de Patrick Bateman, un joven ejecutivo de éxito cuya máximas preocupaciones son tener el cuerpo perfecto, estar al tanto de la moda, disponer de un apartamento de diseño, disfrutar en compañía de su novia y sus amigos en los
clubs y restaurantes más selectos, consumir toda clase de drogas... y satisfacer sus ansias asesinas. Porque bajo su apariencia de
yuppie se esconde un asesino en serie despiadado y retorcido que da rienda suelta cada vez con más brutalidad a sus pasiones más oscuras. Nada está fuera de su alcance: el asesinato, la tortura, la violación, el canibalismo, la necrofilia... Bateman no sigue ningún patrón. le da igual acabar con algún mendigo callejero que matar a un compañero de trabajo, pasando por asesinar y violar a una antigua novia y matar fríamente incluso a un niño, pasando por la tortura y asesinato de toda clase de animales. Bateman está tan seguro de sus capacidades que muchos de sus crímenes los comete en su propio apartamento de lujo, un edificio selecto para millonarios y estrellas de cine.
A lo largo de la novela Bateman nos cuenta su obsesión por la moda, sus gustos musicales, su vacío interior, su incapacidad para tratar con las personas y su paulatino descenso al abismo de unos asesinatos cada vez más macabros y repugnantes. Llegado a un punto el propio Bateman reconoce que está cerca de la locura y se ve asaltado por alucinaciones, por lo que el autor juega con el misterio de saber si realmente Bateman comete esos crímenes o es todo producto de sus delirios. El protagonista cree que puede salirse con la suya debido a su inteligencia y a su dinero y en ningún momento se cuestiona la moralidad de sus actos.
Criticada y polémica, incluso antes de ser publicada,
American Psycho no es un burdo catálogo de atrocidades. Al igual que en muchas de sus otras obras, nos encontramos ante una reflexión y una dura crítica de una clase social que se cree superior al resto de los mortales por el mero hecho de tener dinero pero, que en el fondo, no hacen más que repetir los errores que condujeros a la nobleza francesa a la guillotina.
Una lectura más que recomendable, siempre que no se tenga el estómago delicado.