domingo, 27 de julio de 2008

But I digress...

Que Peter David me perdone por copiarle el nombre de su genial columna crítica, pero estoy cabreado y eso me da inmunidad diplomática. El otro día enlacé con un artículo de El Pais sobre el estado de la CF en España. Ahora ADN intenta convencernos en un artículo que es la CF anglosajona la que está en decadencia. Bueno, yo creo que el mundo editorial español y el de los autores son dos entidades, pese a tener relación. Cualquiera que trabaje en la distribución especializada (como un servidor) sabrá a qué me refiero. Y no estoy para nada conforme con las catastróficas afirmaciones del mismo. El autor cita a William Gibson, Bruce Sterling, Neil Stephenson, Dan Simmons o Kim Stanley Robinson como claro ejemplo. Sí, reconozco que me ha tocado la fibra, pero parece que el autor no ha leído los últimos libros de estos autores o desconoce al mundillo en cuestión. El problema no es que los clásicos hayan dejado la CF. Más bien es la CF la que se está transformando. Decía Sterling en un artículo que el mundo que vivimos ha evolucionado más allá de lo que se llegó a postulas en los 60, 70 y 80. La clásica definición de Asimov de la ciencia ficción como la literatura que analiza el presente desde el punto de vista del futuro se desmoronó hackeada por los cyberpunks, que demostraron que se podía mirar al futuro usando el presente y hacer buena CF. Los elementos de CF de los años 50 a 80 ya no son válidos porque hemos enviado sondas al Sol, presenciado impactos de cometas en un planeta de nuestro sistema, encontrado agua fuera de la Tierra, devuelto la vista a un ciego implantando un microchip, clonado seres vivos, derrotado al ser humano al ajedrez con un ordenador... Lo que nos parecía CF en los viejos 80 es ahora el pan nuestro de cada día y nadie se va a creer a los marcianos verdes en platillos.
Otro problema es que las editoriales patrias han adoptado modelos yanquis para "ocultar" títulos de Cf y esconderlo con etiquetas de "fantasía urbana", "thriller histórico", "romance sobrenatural", etc... ¡Bravo por la falsedad de etiquetar géneros!
Puestos a encerrarse en definiciones, prefiero la de Damon Knight: ciencia ficción es lo que yo señalo y digo "eso es ciencia ficción". Y vista esta premisa, vivimos una buena época porque tenemos libertad absoluta.
Todo lo demás es politiqueo barato, chanchullos editoriales y llorar por llorar.

Ballard para ver

Ya se puede visitar J.G. Ballard, autopsia del Nuevo Milenio, la exposición que el CCCB dedica al máximo exponiente de la ficción distópica para ir haciendo boca de cara al Kosmópolis en otoño. Una delegación de la Biblioteca la visitará esta semana, así que ya hablaremos de ella más adelante. De todos modos es una cita obligatoria para todos aquellos que paséis por Barcelona. Más información en la página web del CCCB.

martes, 22 de julio de 2008

El problema de la ciencia ficción en España

Aunque no comparto todos los puntos que en él se comentan, El País ha publicado en su edición digital un interesante artículo sobre el deplorable estado de la CF en nuestro país. Podéis leerlo aquí (gracias a Enrique por el aviso).

P.D.: Hoy me he enterado que Byblos cierra y salda sus títulos. Se acerca el Invierno...

sábado, 19 de julio de 2008

George R.R.Martin en Barcelona

Como parte de su recorrido por España, el archipopular escritor George R. R. Martin ha hecho escala en Barcelona dps días. El jueves dio una conferencia interesantísima que quería ver pero que me perdí debido a motivos de salud. Por fortuna, el amigo y escritor Sergio Sierra estuvo presente en el acto y ha hecho de corresponsal de la Biblioteca de Vorbarr Sultana en el mismo. He aquí su crónica.

La Biblioteca Jaume Fuster ofreció el pasado 17 de Julio, en su sala auditorio (gracias al Grup de Treball de Literatura Fantàstica i de Ciència Ficció del Col·legi Oficial de Bibliotecaris-Documentalistes de Catalunya) una magnífica charla-entrevista que tuvo como protagonista al escritor George R.R.Martin.
Este novelista americano está considerado por muchos como uno de los mejores autores de fantasía del momento, así como un renovador del mismo género. Tras iniciar sus andaduras con obras como Una Canción para Lya y Muerte de la Luz los devenires de la vida le llevaron a convertirse en el guionista de la serie de televisión La Bella y la Bestia para acabar asentándose en Hollywood como guionista de varios telefilmes y series de Tv. Cuenta él mismo que fue el hastío y la frustración al ver continuamente desperdiciada su capacidad creativa lo que le animó a abandonar el mundo de la televisión y regresar a la novela. Y ciertamente lo hizo de una manera gloriosa y épica, bajo el resonar atronador de tambores de guerra. George R.R.Martin ha degustado las mieles de la victoria gracias a su saga inacabada Canción de hielo y fuego. Fantasía épica, novela pseudo histórica, culebrón de intrigas políticas, guión de serie de televisión de difícil, por no decir imposible, adaptación, esta obra engloba una mezcolanza tan variada de elementos narrativos que sin duda está marcando un antes y un después en el género fantástico.


Martin es un hombre corpulento que se reconoce (y se le ve) amante del buen yantar y del mejor beber. Me habían comentado que durante sus primeras paradas en tiendas especializadas en Madrid y en Gijón, durante la Semana Negra, la impresión que a todo el mundo le había dejado el escritor era la de ser un hombre afable y entregado a sus fans, aún y manteniendo una distancia profesional bastante digna. Actitud que confirmó durante las dos horas aproximadas que duró la entrevista (bastante bien conducida por Albert Montenys) en el auditorio de la Biblioteca. Nada más entrar en el piso de arriba decidí echarle una foto con el móvil para enviársela a los colegas (si, y darles un poco de envidia) y el buen hombre tuvo el detalle de saludar con la mano haciendo gala de un buen humor que mantuvo hasta el final de la charla. Toda la entrevista se hizo en inglés, pero la biblioteca puso al servicio del que lo requirió unos auriculares que permitían la traducción simultánea - algo atípico sin duda, pero de agradecer (y más de haberme enterado antes de finalizar la charla).


El autor comenzó con la divertida anécdota de sus frustrantes inicios en sus primeras presentaciones, a las que no acudía nadie, o el que lo hacía resultaba que lo hacía por accidente. No recuerdo las muchas cosas que se le preguntaron porque la acústica del recinto, si bien era buena, continuamente se veía interrumpida (al menos en el piso de arriba) por el continuo entrar y salir de la gente. Se tocaron muchos temas sin llegar en ningún momento a las obviedades estúpidas. El público se comportó (bueno, hubo una fanplasta a la que se le abucheó merecidamente) y las preguntas que al final algunos plantearon fueron sin duda interesantes.

Sus respuestas acababan muchas veces en risas por parte de los oyentes, y es que el autor tiene don para la palabra convirtiendo una charla de dos horas en algo ameno e instructivo. Cuando se le preguntó por su opinión respecto a qué pensaba cuando le comparaban con Tolkien por la magnitud y calidad de su obra, el escritor humildemente desvió la pregunta y reconoció amar la obra de Tolkien a pesar de haberle cansado un poco de la continua tendencia de la literatura fantástica a convertir en tópicos ya cansinos los elementos de la obra del Maestro. Se habló de su manera de trabajar, horas y horas de dibujar mapas, árboles genealógicos, desarrollo de personajes, cronologías, llegando a reconocer el mismo autor que era imposible que con una obra de tal magnitud no cometiera errores, a veces difíciles de subsanar. Cuando le preguntaron si se arrepentía de haber matado a Robb Stark dijo que no, ya que lo que le había ocurrido a este personaje era la consecuencia lógica de sus actos. Esta premisa es una máxima en el desarrollo de sus personajes y en su destino.

Inevitablemente se le preguntó por el lento ritmo de sus últimos libros en comparación con las dos primeras entregas de la saga. El escritor entendía a la gente y le agradecía la pasión que demostraban por su obra, pero también quiso que la gente se pusiera en su lugar. Las convenciones a las que se le invitaba, las giras promocionales, las sesiones de firmas, cada vez más abundantes, retrasaban forzosamente su tiempo. También comentó que la dificultad creciente de satisfacer y sorprender a un público hambriento de sorpresas y calidad requería un mayor esfuerzo por su parte a la hora de ponerse a escribir.
Se hizo mención de su implicación en el proyecto de la serie de televisión basada en sus libros. El escritor confesó que era nula, ya no sólo por carecer de tiempo sino por no haberle pedido nadie su opinión al respecto. Dijo que dudaba que fuera posible llevarla a cabo y que en caso de conseguir que así fuera los implicados deberían hacer frente a una horda de fans enfurecidos en caso de no satisfacerles el resultado.


Se presentó también de manera casual el libro de ilustraciones que la editorial Gigamesh ha publicado recientemente recopilando las ilustraciones de las portadas de los libros y las muchas ilustraciones relacionadas con la obra de Martin realizadas por el genial dibujante español Enrique Corominas, del que ya postearé seguramente dentro de poco porque realmente merece la pena.

Mucho se dijo esa tarde y realmente valió la pena acudir a la cita con este genial novelista. Sinceramente, George R.R. Martin es un autor digno de admiración por lo que ha conseguido hasta ahora, pero personalmente creo que a un autor hay que valorarlo una vez ha finalizado su obra, no a mitad de ella. ¿Qué le depara el futuro a esta saga? ¿Llegaremos a verla finalizada o el destino nos jugará una mala pasada como ya ocurrió con Frank Herbert? Si finaliza ¿será un final satisfactorio? Si no finaliza (porque seamos sinceros, el físico no acompaña a este hombre) ¿aparecerá de manos de algún hijo suyo, si los tiene, algún texto suyo revelando, o apuntando, el final de la obra?

¡Ah!, sólo las entrañas de las aves lo saben, y no seré yo quien toque un asqueroso pájaro para averiguarlo.

Gracias de nuevo al amigo Sergio por permitirme reproducir la entrada de su página.

jueves, 10 de julio de 2008

Sobre el control del autor respecto a su obra

El blog del escritor Charles Stross es un punto de referencia para aquellos que quieran conocer cómo es el mundo editorial de la CF con un cierto deje irónico y cínico. Una de sus últimas perlas ha sido una entrada reveladora sobre el control que un escritor cree tener sobre su obra. Podéis leerla aquí (texto en inglés).

martes, 8 de julio de 2008

Bruce Sterling en Kosmopolis 2008

Ya se empiezan a conocer los detalles sobre la edición de este año del certamen literario Kosmopolis, el más importante que se celebra en Barcelona, en este caso del 22 al 26 de octubre. Entre las actividades programadas tenemos una exposición dedicada a J.G.Ballard, así como una mesa redonda sobre el autor que contará con la presencia del escritor Bruce Sterling, uno de los pesos pesados del movimiento cyberpunk (que fue claramente influenciado por la obra de Ballard). Yo no me lo pienso perder.
Más información en la web de Kosmopolis.

lunes, 7 de julio de 2008

Thomas M.Disch (1940-2008)

Acaba de conocerse el suicidio el pasado 4 de julio de Thomas M.Disch, poeta y escritor de ciencia ficción. Artista de muchas facetas, tocó desde literatura juvenil hasta el realismo sucio (con su celebrada novela 334), siempre con una ironía y un sentido retorcido de la realidad como pocos contemporáneos. Los últimos años habían causado polémica algunos comentarios fuera de tono en su blog sobre la inmigración, aunque eso no resta méritos a uno de los mejores escritores de CF. La depresión que acarreaba los últimos años y problemas económicos, sumados a su difícil carácter han sido una receta para tan triste final. Descanse en paz.

miércoles, 2 de julio de 2008

Un puñado de crímenes: Prótesis

Ya que hablamos de revistas de género, acaba de salir al mercado el segundo número de Prótesis, revista consagrada a la literatura de misterio, novela negra y similares de la editorial Diabolo. Si el primer número estaba centrado en la figura de James Bond, esta segunda entrega nos acerca al interesante mundo de los policías convertidos en escritores, sean de ficción o de no ficción.