Como ya comenté en mi reseña de Entrevista con el vampiro, a Anne Rice debemos la actual imagen romantico-sensiblera del vampiro ñoño que encandila jovencitas. Sin embargo, tanto este trabajo como Lestat el vampiro, continuación realizada una década después de la novela original representaban una vuelta de tuerca interesante para un género tan trillado como el terror.
En Lestat el vampiro asistimos al renacimiento de Lestat, personaje ya eclipsaba al propio Louis, el protagonista del primer libro. Tras despertar en el s.XX atraído por la música de un grupo de rock, al vampiro no se le ocurre otra cosa que convertirse en superestrella musical para llenar sus sueños de atención y revelarse ante los mortales. Este comienzo de mierda (no se me ocurre otra forma de expresarlo) sirve como excusa para que Lestat nos cuente su historia desde sus días de mortal en la Francia pre-revolucionaria. Es aquí donde asistimos a un relato fascinante, dividido a partes iguales por etapas que marcarían la via y no vida del vampiro: la historia como mortal, los primeros años de vampirismo y su ruptura con los seres queridos, los años de compañía de Gabrielle, el primer encuentro con Armand y la revelación de los antiguos misterios del vampirismo de la mano de Magnus el Anciano. Pese a su intención de querer desvelarnos las incógnitas sobre el mundo que ha creado, la autora logra que nos sumerjamos en la narración en compañía del amoral Lestat en su huida de la desdicha y la amargura inmortal. Incluso se deja un final completamente abierto para explotar el filón de sus renombradas Crónicas vampíricas, una serie cuya calidad se diluye a cada título hasta volverse simplemente insoportable.
Al igual que su predecesora, leí Lestat el vampiro hace más de quince años y hoy en día me sigue pareciendo un buen libro. Sin embargo, tengo que reconocer que me trae muy buenos recuerdos de mi etapa de jugar a Vampiro: la Mascarada, el excelente juego de rol que Mark Rein-Hagen creó con una fuerte inspiración es estos dos títulos.
A aquellos que no han leído nada de la autora y que les pique la curiosidad les recomendaría que sólo leyeran Entrevista con el vampiro y Lestat el vampiro, prescindiendo del resto de una serie que no hizo más que desaprovechar buenas ideas para explorar un puñado de obsesiones homoeróticas. Y a los acérrimos incondicionales de la autora, leed más. Quizás descubráis que hay autores de terror que se lo toman en serio.
Lestat el vampiro es el libro número 19 del reto de lectura de las 52 semanas.
En Lestat el vampiro asistimos al renacimiento de Lestat, personaje ya eclipsaba al propio Louis, el protagonista del primer libro. Tras despertar en el s.XX atraído por la música de un grupo de rock, al vampiro no se le ocurre otra cosa que convertirse en superestrella musical para llenar sus sueños de atención y revelarse ante los mortales. Este comienzo de mierda (no se me ocurre otra forma de expresarlo) sirve como excusa para que Lestat nos cuente su historia desde sus días de mortal en la Francia pre-revolucionaria. Es aquí donde asistimos a un relato fascinante, dividido a partes iguales por etapas que marcarían la via y no vida del vampiro: la historia como mortal, los primeros años de vampirismo y su ruptura con los seres queridos, los años de compañía de Gabrielle, el primer encuentro con Armand y la revelación de los antiguos misterios del vampirismo de la mano de Magnus el Anciano. Pese a su intención de querer desvelarnos las incógnitas sobre el mundo que ha creado, la autora logra que nos sumerjamos en la narración en compañía del amoral Lestat en su huida de la desdicha y la amargura inmortal. Incluso se deja un final completamente abierto para explotar el filón de sus renombradas Crónicas vampíricas, una serie cuya calidad se diluye a cada título hasta volverse simplemente insoportable.
Al igual que su predecesora, leí Lestat el vampiro hace más de quince años y hoy en día me sigue pareciendo un buen libro. Sin embargo, tengo que reconocer que me trae muy buenos recuerdos de mi etapa de jugar a Vampiro: la Mascarada, el excelente juego de rol que Mark Rein-Hagen creó con una fuerte inspiración es estos dos títulos.
A aquellos que no han leído nada de la autora y que les pique la curiosidad les recomendaría que sólo leyeran Entrevista con el vampiro y Lestat el vampiro, prescindiendo del resto de una serie que no hizo más que desaprovechar buenas ideas para explorar un puñado de obsesiones homoeróticas. Y a los acérrimos incondicionales de la autora, leed más. Quizás descubráis que hay autores de terror que se lo toman en serio.
Lestat el vampiro es el libro número 19 del reto de lectura de las 52 semanas.