En contadas ocasiones podemos encontrarnos con un autor que ejemplifica su propia obra. John Shirley es uno de esos raros casos. Escritor, guionista de cine y de televisión, miembro de diversas bandas punk, comenzó a publicar a finales de los 70. Al igual que le sucedió a la Velvet Underground en el mundo de la música, Shirley tuvo una audiencia no demasiado masiva pero fiel y que, además, entre ellos se encontraba un grupo de aspirantes a escritores junto con los que años después constituiría el movimiento cyberpunk.
En City Come A Walkin' encontramos las raíces de dicho movimiento. En un futuro cercano, oscuro y masificado Stu Cole es el dueño de un club nocturno en San Francisco que sirve como cobijo a los incorfomistas y los rechazados, artistas como la cantante Catz Wailen. Una noche se les presentará un extraño personaje, un avatar personificado de la propia San Francisco, que quiere su ayuda en una cruzada contra los elementos que polucionan la existencia urbana. Pronto se darán cuenta de que la Ciudad los está manipulando a su antojo para lograr un propósito para el que ninguno de los dos está preparado, cuando quizás es ya demasiado tarde.
Como bien indica William Gibson en el prólogo de la reedición, City Come A Walkin' es un libro seminal en el que aparecen por primera vez los elementos que se transformarían en el movimiento cyberpunk. Las ciudades de Shirley son opresivas, oscuras, de una extrañeza casi alienígena, pobladas por personajes corruptos y antiheroes vulgares. Quizás lo único que lo separa de ser un trabajo 100 % cyberpunk son ciertos elementos de corte fantástico pero que están integrados en la narración sin alterar la lectura de la misma.
La única pega es el salto tecnológico para el lector actual. La novela se publicó en 1980 y, aunque en ella se menciona que las ciudades se interconectan con una red para compartir información, se siguen utilizando cintas de video y de cassette. Esto es inevitable en cualquier trabajo de una época en la que muy pocos pudieron vislumbrar el vertiginoso ascenso de la curva tecnológica durante los 80 y 90. Pese a todo el libro es un producto entretenido que se lee rápidamente y que hará sonreir a todos los que vieron en su día el ascenso del cyberpunk como estandarte de la anticipación tecnológica. Además, siempre es bueno que un sello editorial pequeño quiera recuperar textos difíciles de encontrar hoy en día.
City Come A Walkin' es el libro número 18 del reto de lectura de las 52 semanas.
En City Come A Walkin' encontramos las raíces de dicho movimiento. En un futuro cercano, oscuro y masificado Stu Cole es el dueño de un club nocturno en San Francisco que sirve como cobijo a los incorfomistas y los rechazados, artistas como la cantante Catz Wailen. Una noche se les presentará un extraño personaje, un avatar personificado de la propia San Francisco, que quiere su ayuda en una cruzada contra los elementos que polucionan la existencia urbana. Pronto se darán cuenta de que la Ciudad los está manipulando a su antojo para lograr un propósito para el que ninguno de los dos está preparado, cuando quizás es ya demasiado tarde.
Como bien indica William Gibson en el prólogo de la reedición, City Come A Walkin' es un libro seminal en el que aparecen por primera vez los elementos que se transformarían en el movimiento cyberpunk. Las ciudades de Shirley son opresivas, oscuras, de una extrañeza casi alienígena, pobladas por personajes corruptos y antiheroes vulgares. Quizás lo único que lo separa de ser un trabajo 100 % cyberpunk son ciertos elementos de corte fantástico pero que están integrados en la narración sin alterar la lectura de la misma.
La única pega es el salto tecnológico para el lector actual. La novela se publicó en 1980 y, aunque en ella se menciona que las ciudades se interconectan con una red para compartir información, se siguen utilizando cintas de video y de cassette. Esto es inevitable en cualquier trabajo de una época en la que muy pocos pudieron vislumbrar el vertiginoso ascenso de la curva tecnológica durante los 80 y 90. Pese a todo el libro es un producto entretenido que se lee rápidamente y que hará sonreir a todos los que vieron en su día el ascenso del cyberpunk como estandarte de la anticipación tecnológica. Además, siempre es bueno que un sello editorial pequeño quiera recuperar textos difíciles de encontrar hoy en día.
City Come A Walkin' es el libro número 18 del reto de lectura de las 52 semanas.