Como los lectores habituales del blog bien sabrán, John Connolly es uno de mis autores favoritos. Si no me he puesto al día con su serie del detective Charlie Parker es probablemente porque no quiero quedarme sin lectura del autor. Aunque, visto lo rápido que he despachado el séptimo libro de la serie, me parece que este agosto voy a leerme el resto del tirón.
En Los hombres de la guadaña las vidas de Charlie Parker y sus amigos parece que por fin se han calmado un poco pese a que, tras los hechos de Los atormentados (que olvidé reseñar cuando lo leí), Charlie Parker ha perdido su licencia de detective privado y ahora trabaja como camarero en un bar. Por su parte, Louis y Angel viven retirados en Nueva York. Pero en el mundo en el que se mueve Parker cada hecho se entrecruza como las celdas de una oscura colmena y la corrupción amenaza con salir a la luz del día a la primera oportunidad. Un enemigo del pasado de Louis pondrá en peligro su vida y las de aquellos que le importan. El asesino no tendrá más remedio que ponerse en contacto con Gabriel, su antiguo mentor, el líder de los Hombres de la Guadaña, un misterioso grupo de asesinos a sueldo con peligrosos contactos y dudosas lealtades. Atrapados en un mortal juego de venganza, Louis y Angel deberán hacer frente a uno de los asesinos más mortíferos del país mientras el espectro del Hombre Quemado, otro fantasma del pasado de Louis, aparece en sus sueños como una advertencia de que la muerte le ronda.
Los que hayan llegado a estas alturas de la serie no se encontrarán ninguna sorpresa. El estilo de Connolly es directo y evocador. En esta ocasión el detective Charlie Parker pasa a un segundo plano en la narración, al centrarse la historia en Louis y Angel. Se nota que el autor está muy a gusto con la extraña pareja de amantes. El asesino y el ladrón son como el día y la noche y por eso sus diálogos son una verdadera delicia. Connolly explora temas ya comunes en la serie: la lealtad, la amistad, las relaciones de pareja, la redención, la justicia, los lazos familiares, el racismo o la corrupción del poder. Los personajes de Connolly saben que con tota probabilidad están condenados y se niegan a rendirse. Quizás la oscuridad ya ha hecho mella en sus almas y es tarde para que se rediman pero, a su manera, no dejarán que eso les impida hacer lo correcto.
Es curioso como una serie que hace suyos temas propios del dark urban fantasy la lea gente que jamás tocaría libro con temática sobrenatural, sólo por el hecho de que se edite en una "colección seria" (y lo pongo entre comillas porque no estoy de acuerdo con esa distinción).
¿He disfrutado de Los hombres de la guadaña? ¡Podéis estar seguros!