La tercera ley de Clarke dice Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. Ésta sería una buena definición sobre cómo se sienten la mayoría de personas en lo referente al tema de la informática. Incluso los acostumbrados a trabajar con un ordenador no son siquiera capaces de afrontar algunos problemas cotidianos derivados de su interactuación con tan caprichosa máquina, teniendo que recurrir a los servicios chamanísticos de una orden religiosa (el Servicio Técnico) que con suerte te cobrará menos de 100 € por mediar ante los Dioses Oscuros del Silicio y los Bits y apaciguar su ira. Pero ¿de quién es la culpa? ¿Del usuario por no querer aprender los rudimentos del culto a la tecnología? ¿O acaso los responsables son las grandes compañías de software y hardware que protegen sus secretos cual gremio medieval al envolverlos de misterio y misticismo? Ésta y otras muchas preguntas se plantea Neal Stephenson, programador y escritor de ciencia ficción, en su ya mítico En el principio... fue la línea de comandos. Este breve ensayo, estructurado como una historia de los sistemas operativos hasta su fecha de publicación (1999), se transforma rápidamente en un análisis de la relación entre el usuario y el ordenador, analizando la importancia de la interfaz y la aproximación de las principales compañías a tal efecto. Con este resumen uno podría pensar que el texto es otro panfleto geek para tecnófilos.
Nada más lejos de la realidad.Con En el principio... fue la línea de comandos, Stephenson se acerca a uno de los temas más peliagudos de la informática pero lo hace pensando en que el lector pueda carecer de cualquier base de conocimientos previos. Es más, el tono del ensayo es el mismo que el autor emplea en sus libros de ficción, un tono desternillante, cargado de alusiones gamberras, metáforas alocadas y símiles acertados que hacen su lectura divertidísima.
El texto, pese a tener casi una década, sigue siendo tan válido como en su día. Los sectores más conservadores entre los programadores e ingenieros de sistemas siempre han atacado esta obra y a su autor tildándola de propaganda barata que quiere despojarles de sus funciones, señal de que Stephenson ha puesto el dedo en la llaga.
En resumen, En el principio... fue la línea de comandos es un ensayo divertido pero profundo como pocos, muy recomendable especialmente para aquellos que mantienen una relación de amor-odio (aunque casi siempre con más odio que amor) con ese artefacto del demonio llamado ordenador.
La editorial Fabricantes de Sueños realizó una corta edición en nuestro país hace ya unos años. Sin embargo, el texto está disponible de forma gratuíta en la Red con el consentimiento del autor y los editores. Podéis descargarlo en formato postscript aquí aquí y en PDF aquí.
El texto, pese a tener casi una década, sigue siendo tan válido como en su día. Los sectores más conservadores entre los programadores e ingenieros de sistemas siempre han atacado esta obra y a su autor tildándola de propaganda barata que quiere despojarles de sus funciones, señal de que Stephenson ha puesto el dedo en la llaga.
En resumen, En el principio... fue la línea de comandos es un ensayo divertido pero profundo como pocos, muy recomendable especialmente para aquellos que mantienen una relación de amor-odio (aunque casi siempre con más odio que amor) con ese artefacto del demonio llamado ordenador.
La editorial Fabricantes de Sueños realizó una corta edición en nuestro país hace ya unos años. Sin embargo, el texto está disponible de forma gratuíta en la Red con el consentimiento del autor y los editores. Podéis descargarlo en formato postscript aquí aquí y en PDF aquí.
1 comentario:
Pues me lo bajaré. Aunque ya sabes que yo me llevo muy bien con mi ordenador. Y con todos en general. Ya tengo en el punto de mira a varias personas a las que les vendrá bien el ensayito. :)
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