Mucho antes de que fuese conocido en todo el mundo por su papel de médico amargado, borde y cojo, el actor y cómico británico Hugh Laurie ya había demostrado su valía y su visión ácida e irónica. Además, al igual que su colega y compañero de aventuras Stephen Fry, Laurie había hecho gala de su capacidad para triunfar en otros campos alejados de la actuación. Así en 1996 publicó su primera y hasta la fecha única novela.
Lejos de tratarse de otro "libro de famosos" (de hecho lo presentó a sus editores bajo seudónimo), Una noche de perros es una obra que homenajea las novelas de espías a lo Robert Ludlum o Frederick Forsyth, con la diferencia de que el protagonista está claramente influenciado por el sentido del humor irónico del autor. No nos engañemos, un libro con más de diez años en el mercado no habría sido traducido en nuestro país sin el tremendo éxito que la serie House ha supuesto para Laurie. De hecho los editores incluso han cambiado su título original (The Gun Seller, "El traficante de armas") por otro que parece indicarnos tropelías y disparates propios del doctor House. Nada más lejos de la realidad. Bajo ese cinismo y un constante escupir vitriolo contra todo lo que se cruza por su mente, el autor critica duramente un negocio que se nutre a basa de guerras con la complicidad de los gobiernos occidentales. Sin embargo, el resultado es mucho más que correcto, se lee muy rápidamente y engancha al lector hasta la última página. Laurie ha declarado que había pensado tres o cuatro libros para su protagonista, pero que los compromisos de trabajo le habían impedido terminarlos, y que ahora que dispone de más tiempo se está planteando el proseguir la serie.
Resumiendo, una lectura muy recomendable para pasar un rato entretenido.
Resumiendo, una lectura muy recomendable para pasar un rato entretenido.
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