Tal día como hoy hace un cuarto de siglo salió a la venta Neuromante, de William Gibson. Pese a que las raíces del movimiento cyberpunk ya existían sin duda la novela de Gibson fue la que lanzó a primera fila de la CF a la única de sus corrientes que se ha acercado a retratar el futuro tal y como sería. A caballo entre la novela costumbrista y el film noir, Neuromante sigue teniendo hoy en día la misma fuerza que en 1984.
Como no podía ser de otro modo, muchos atacaron (y siguen atacando) a los cyberpunks como ejercicios vacíos recubiertos de estética high tech, mientras estos mismos críticos quedan encerrados en sus cuatro novelas "especulativas" (porque decir ciencia ficción parece ser cosa de geeks) o lloran los "viejos buenos tiempos" (véase los pulps con marcianitos verdes). En la CF, como en todo, hay que renovarse o morir, y Neuromante fue sin duda el mazazo que los conservadores estaban mereciéndose hace tiempo.
Veinticinco años es un periodo de tiempo más que adecuado para revisar la influencia de una novela en su entorno. Aunque les duela a sus detractores, el cyberpunk está hoy en día más vivo que nunca. Después de todo, estáis leyendo este post de blog probablemente a través de un feed de RSS linkado a vuestro navegador mientras repasáis los últimos tweets de un colega que os invita a uniros a la raid nocturna del WoW con su Hermandad conectada a través de Ventrilo o Skype, mientras bajáis un torrent con la discografía de vuestro grupo favorito para vuestro reproductor mp3, contestáis un correo electrónico con el movil en el que se os invita a un conferencia en Second Life o vuestros colegas os dan el coñazo a través de MSN. En otras palabra: vivimos un futuro cyberpunk. ¿Cuántos hay que puedan decir lo mismo de su libro?
¡Felicidades, Maestro!
Como no podía ser de otro modo, muchos atacaron (y siguen atacando) a los cyberpunks como ejercicios vacíos recubiertos de estética high tech, mientras estos mismos críticos quedan encerrados en sus cuatro novelas "especulativas" (porque decir ciencia ficción parece ser cosa de geeks) o lloran los "viejos buenos tiempos" (véase los pulps con marcianitos verdes). En la CF, como en todo, hay que renovarse o morir, y Neuromante fue sin duda el mazazo que los conservadores estaban mereciéndose hace tiempo.
Veinticinco años es un periodo de tiempo más que adecuado para revisar la influencia de una novela en su entorno. Aunque les duela a sus detractores, el cyberpunk está hoy en día más vivo que nunca. Después de todo, estáis leyendo este post de blog probablemente a través de un feed de RSS linkado a vuestro navegador mientras repasáis los últimos tweets de un colega que os invita a uniros a la raid nocturna del WoW con su Hermandad conectada a través de Ventrilo o Skype, mientras bajáis un torrent con la discografía de vuestro grupo favorito para vuestro reproductor mp3, contestáis un correo electrónico con el movil en el que se os invita a un conferencia en Second Life o vuestros colegas os dan el coñazo a través de MSN. En otras palabra: vivimos un futuro cyberpunk. ¿Cuántos hay que puedan decir lo mismo de su libro?
¡Felicidades, Maestro!
2 comentarios:
El mejor ejemplo de todo lo que expones fue sin duda Pattern Recongnition del propio Gibson. Aún parece ayer cuando leí por primera vez Neuromante y hoy en dia me sigue pareciendo un libro no sólo excelente sino distópico. ¡Felicidades Maestro!
O cómo pasar de ciencia ficción a costumbrismo geek escribiendo exactamente lo mismo: sólo había que dejar pasar el tiempo ;)
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