Odio que un buen número de gente se lance como borregos hoy a comprar libros que nunca leerán porque "es lo que toca".
Odio que las editoriales concentren la salida de novedades en una avalancha de títulos cuyo único resultado es que se tapen los unos a los otros.
Odio que, en un intento de lograr una venta masiva, estas mismas editoriales promocionen libros "escritos" por sujetos procedentes del mundo de la farándula, el deporte, la televisión...
Odio que la masa borreguil le siga el juego a las editoriales y se lance a comprar el libro de recetas del famoso de turno, las "memorias" del futbolista de moda, la nueva dieta milagrosa y demás bazofia.
Odio el panorama editorial actual en este país, verdadero coto privado donde sólo cuatro protegidos de los señores de este monopolio tienen las puertas abiertas mientras se barra el paso a los demás.
Odio que para proteger dicho monopolio se torpedee cualquier iniciativa que salga de los canales tradicionales de edición, promoción y venta.
Odio la politización que se viene dando sistemáticamente de esta fiesta en Cataluña.
Y, a pesar de todo, amo la Literatura y no puedo vivir sin leer. Es más, aunque en estos momentos me engañe a mí mismo y crea que puedo vivir sin escribir, la escritura no me ha abandonado porque no hay vuelta atrás. No sé cuándo esa necesidad de escribir volverá a ser tan fuerte que no pueda negarla.
Feliz Día del Libro.
P.D.: Por mucho que se empeñen, este día jamás será el "día del copyright".
P.D.: Por mucho que se empeñen, este día jamás será el "día del copyright".
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