Cuando todavía colean los efectos de la vergonzosa guerra que libraron por los precios de los ebooks entre Amazon y Macmillan, la entrada en juego del Departamento de Justicia de Estados Unidos puede dar al primero el control efectivo del monopolio de este mercado. ¿Los motivos? La demanda impuesta por la administración norteamericana contra cinco editores (HarperCollins, Hachette, Simon & Schuster, Penguin y Macmillan) y contra Apple por presumiblemente fijar los precios de venta de los libros electrónicos.
La administración americana alega que esta política supone un posible monopolio de mercado, pero el tiro podría salir por la culata. Amazon, el actual distribuidor del 60% de los libros electrónicos gracias a la implantación masiva de su lector Kindle, ha anunciado una rebaja de los precios de los ebooks de novedad de 14'99 $ a 9'99 $. Recordemos que Amazon llegó a tener en el 2007 cerca del 90% de la cuota de mercado electrónico, una cifra a la que podría aspirar de nuevo si la demanda prospera. Amazon puede muy bien afrontar esta reducción de precio debido al movimiento del resto de sus productos, que les da una base financiera que sólo Apple puede igualar. De hecho, uno de los motivos de la introducción del iPad fue intentar combatir la supremacía del Kindle pero, como siempre, la casa de las manzanas optó por un público elitista con poder adquisitivo frente al continuo abaratamiento del Kindle.
De momento Harper Collins, Hachette y Simon & Schuster han optado por llegar a un acuerdo extrajudicial con el Departamento de Justicia, por lo que quedan Penguin, Macmillan y Apple para afrontar la demanda. Sea cual sea el resultado (y con respecto a las leyes antimonopolio la administración tiene la sartén por el mango), lo más probable es que, como siempre, quien padezca las consecuencias sean los consumidores.
Podéis leer más en este artículo del New York Times.
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