Mickey Spillane fue uno de los autores que catapultaron a primera línea la novela negra americana en los años 50. En Yo el jurado hace su primera aparición su creación literaria más conocida: el duro y cínico detective privado Mike Hammer.
Cuando el mejor amigo de Mike Hammer es asesinado a sangre fría, el detective Mike Hammer hace un juramento solemne sobre el cadaver y en presencia de la policía: encontrará y ejecutará al asesino. Hammer, duro de pelar y curtido por la Segunda Guerra Mundial, no se detendrá ante nada ni nadie con tal de dar caza al criminal. Pero cuando los posibles sospechosos empiezan a morir asesinados uno a uno el violento detective sabe que hay más de lo que parece en la muerte de su amigo.
Hoy en día puede parecerle al lector novel que Yo, el jurado está repleto de arquetipos y estereotipos del género negro, pero hay que tener en cuenta que el libro fue escrito en 1947, cuando dichos estereotipos no estaban establecidos ni mucho menos y que Spillane fue uno de los puntales de un género cuyos ecos todavía se dejan ver.
Además, el autor demuestra su maestría creando un personaje, a día de hoy, sigue siendo el espejo en el que se miran muchos otras obras.
Una novela entretenida y brillantemente narrada. ¿Qué más se puede pedir?
Cuando el mejor amigo de Mike Hammer es asesinado a sangre fría, el detective Mike Hammer hace un juramento solemne sobre el cadaver y en presencia de la policía: encontrará y ejecutará al asesino. Hammer, duro de pelar y curtido por la Segunda Guerra Mundial, no se detendrá ante nada ni nadie con tal de dar caza al criminal. Pero cuando los posibles sospechosos empiezan a morir asesinados uno a uno el violento detective sabe que hay más de lo que parece en la muerte de su amigo.
Hoy en día puede parecerle al lector novel que Yo, el jurado está repleto de arquetipos y estereotipos del género negro, pero hay que tener en cuenta que el libro fue escrito en 1947, cuando dichos estereotipos no estaban establecidos ni mucho menos y que Spillane fue uno de los puntales de un género cuyos ecos todavía se dejan ver.
Además, el autor demuestra su maestría creando un personaje, a día de hoy, sigue siendo el espejo en el que se miran muchos otras obras.
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